¿Escribo Boys Love o representación LGBTQIA+?

Si escribo Boys Love o representación LGBTQIA+ ha sido un dilema que he tenido en los últimos años. Fue una pregunta que me hice cuando decidí publicar a finales del 2017 a mi novela Hijo de payasos en Wattpad, después de haberlo transformado a original a partir de su primera versión como fanfic de Saint Seiya.

¿Era Boys love a pesar de no contar con una trama como los Boys Love famosos del momento? ¿Incluso a pesar de que el tema de aquel entonces llamado lemon no era explícito o lo principal de la trama?

¿O era simplemente una novela gay, dentro de un género LGBT que muchos discutían como innecesaria, una forma de clasificarnos y disgregarse, o una estrategia de marketing rosa?

Después de varios años, ya tengo una respuesta que me da paz al respecto.

¿Qué es Boys Love?

El Boys Love es ampliamente conocido como narrativa de amor entre chicos escrito por y para mujeres. A través de ella se pueden explorar diferentes dinámicas dentro de relaciones donde no necesariamente las mujeres son representadas y dar vida a fantasías tanto en el romance como en las relaciones sexuales a través de las historias. Es un género que surgió pensando en el público femenino, pero también es atractivo para la comunidad queer.

A través de los años el Boys Love ha tomado mayor relevancia y los medios se han multiplicado. Ya no solo es manga japonés, sino que se ha multiplicado en diferentes formatos como las novelas, animación, videojuegos y drama. Ante la cantidad de consumo que nosotras como mujeres tenemos, también se ha usado como herramienta de marketing en diferentes ambientes, como la música. Sí, cuando tus artistas favoritos hacen algo muy gay, es probable que estén esperando que soltemos la billetera.

¿Eso significaba que Hijo de payasos era un Boys Love? Cuando me hacía esta pregunta, parecía que mi novela no encajaba del todo en la visión del género del Boys Love en ese momento. O al menos no veía una representación tan clara. Así que cuando pensaba en promocionarla como Boys Love, pensaba de forma inconsciente que sería como dar una publicidad equivocada que en vez de atraer lectores, los quitaría. 

¿Si digo que es Boys Love y la gente entra pensando que en el primer capítulo ya hay una escena picante y se desilusionan?

Entonces dije: es representación LGBT. Son dos protagonistas de diferentes identidades que viven un romance fuera de lo heteronormativo.

Bueno, no es tan sencillo.

¿Es representación LGBTQIA+?

Recuerdo un comentario que escuché de un libro en particular: una relación entre hombres, ambientada en un país de Latinoamérica, bien documentada y muy interesante. Un hombre gay que la leyó dijo: así no es como un hombre gay vive sus relaciones. Y allí entró otro dilema en mi sistema, que empezó a tambalear lo poco que había armado para entender a dónde clasificar lo que escribo y a quien dirigirme.

Como mujer cisgenero, mi visión del amor, las relaciones y los sentimientos tiene una expresión muy femenina. Por mucho que pueda trabajar en crear a personajes de hombres adultos, con una forma de pensar más masculina, al final voy a escribir las frases de declaraciones que me hagan temblar las piernas, los momentos más emocionantes en una relación de iguales y las reconciliaciones más increíbles. No creo llegar a acercarme al pensamiento quizás practico que tienen los hombres cisgenero del amor o del sexo. Eso implica que si algún hombre gay cisgenero busca encontrar algo de él en mis historias, no estoy tan segura de que lo logre. 

Depende de sus vivencias, por supuesto.

Pero eso hace que la línea sea más difusa.

Entonces llegan escritores que son hombres gays escribiendo también de romances gays como los que hemos leído nosotras en el Boys Love, como Aristoteles y Dante conocen los secretos del universo. Si estamos escribiendo casi lo mismo, ¿deberíamos estar en categorías diferentes solo porque ellos son hombres?

¿Y qué pasa cuando mi historia, aunque sea un amor gay, no está enfocada en tratar temas específicos de la comunidad LGBT como la salida del clóset, la aceptación, la discriminación y demás? ¿Ya no hay representación gay? ¿Pero tampoco es Boys Love según el estereotípico del género mayormente difundido?

Boys love y representación LGBTQIA, ¿coexisten?

Parece que esta discusión que tuve en mi cabeza a lo largo de los años, cambiando el mensaje de marketing de mi libro Hijo de payasos de un lado a otro dependiendo como me sentía cómoda y midiendo la reacción del entorno, ha sido algo que se ha discutido ampliamente en Asia y en el fandom anglosajón. Por un lado están los que argumentan que que el BL asiático puede llegar a ser fetichista y por otro lado las que argumentan que el Boys Love es por y para mujeres. Si debe haber representación, si es romantización, si hay una forma de mercantilizar la vivencia gay, no tan visible cuando se habla de relaciones lésbicas, o si ha sido un estandarte para que la comunidad gane más relevancia en países conservadores que han tenido que poner en balanza el capital que les genera esta bomba de marketing llamado Boys Love con mujeres y sus ideas conservadoras.

Lo que veo hoy, Julio del 2024, es que el Boys Love ha estado creciendo como un enorme paraguas que está abarcando mucho, mucho más de lo que se había pensado al inicio. Con el género Danmei en China, mostrando una visión del romance entre hombres fantástica, diversa y llena de tramas larguísimas en formato novelas, hasta los dramas Tailandeses que ganaron cada vez más popularidad, Boys Love puede tener historias donde lo único que esperamos es ver a nuestros protagonistas teniendo escenas candentes en lugares cada vez más locos o desafíen a una sociedad conservadora y los venza en su propio terreno callando la discriminación. Historias donde se trate del mafioso enamorado de un chico x porque sí y como el pobre chico es “tomado” por otros mafiosos a lo largo de la historia o un romance súper lento mientras descubren el misterios de un asesinato con desmembramiento. Incluso un mundo ideal donde no hay discriminación y pueden ser felices.

El Boys Love ha crecido tanto, que honestamente no veo el lugar a la discusión de que si las obras deben tener ‘x’ componente o ‘y’ enfoque, porque es un género diverso. Donde no solo hay mujeres escribiendo, sino hombres y personas de otras identidades. Donde no son solo mujeres cisgeneros y heteros las que leen, sino personas de diversas orientaciones e identidades. Donde los jóvenes chicos gays encuentran una representación que los llama , les divierte y les emociona. Donde idealizar las relaciones forma parte de nuestro día a día y está bien porque lo idealizamos todo. 

Donde los nuevos subgeneros como el omegaverse tienen una amplia cabida y las historias como las mías, que a veces pueden estar en un lindo punto medio, son completamente válidas y no necesito cumplir un acuerdo de género para estar allí.

Escribo Boys love y representación LGBTQIA+

A veces, puede surgir una historia Boys love de cocido lento entre dos hombres encontrados como Hijo de payasos, donde el tema de la discriminación apenas es un toquecito que nada tiene que ver con la trama principal.

En otros momentos, puedo escribir una historia con personajes Trans como You love you hablando de sus vivencias y convirtiéndose en una voz de la comunidad trans desde un relato ficticio, basado en muchos hechos reales.

Puedo irme a una historia donde el romance no es lo principal sino el desarrollo de los pensamientos y prejuicios de un hombre gay en Bogotá como En otra dimensión, que sigue siendo Boys Love porque es una visión idealizada de un hombre, no vivo como uno.

O irme tan lejos con un omegaverse histórico como La gentil tristeza de las cosas donde no hay referencia a la discriminación de la comunidad en ningún sentido, sino a otro tipo de discriminaciones como la racial.  

Pero escribo Boys Love: obviamente construiré hombres que me parezcan físicamente llamativos, que se comporten como esperaría de un hombre que me atraiga, con capacidad de comunicarse asertivamente y que viva las emociones como las vivo yo.

Y escribiré representación LGBTQIA+ cada vez que lo necesite, que en mi alma salga ese grito. Porque mi relación con la escritura ha sido una constante salida del clóset, porque a través de mis escritos me he descubierto, porque cuando algo me enoja, escribo. Y porque necesitamos seguir hablando de ellos.

No necesito un género distinto para ello.

No necesito cambiar mi discurso.

Y cuando no escriba Boys love (como en You love you que son una pareja hetero trans), igual seguiré idealizando, creando personajes que busque crear una emoción y hacer sentir. No vamos a crear un Trans Love por eso, ¿cierto?

 
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